miércoles, 18 de marzo de 2015

TRANSformar Andalucía hacia la igualdad real:


Artículo de Daniel González Rojas, coordinador de ALEAS Andalucía.
Quizás haya pasado desapercibido para la mayoría de los andaluces, pero en la recién terminada legislatura del Parlamento Andaluz ha habido un avance legislativo que ha colocado a nuestra tierra en vanguardia mundial.
Izquierda Unida ha sabido estar a la altura de las circunstancias, mientras que en otras zonas los derechos sociales y la igualdad se ven perjudicados por la crisis-estafa, en Andalucía se ha sacado una ley que podríamos llamar "menor" ya que afecta a muy poca población y no afronta los grandes problemas actuales de falta de pan, falta de trabajo o falta de techo. Pero afronta el cumplimiento de los Derechos Humanos, se opone al discurso de "no es el momento"... porque para la igualdad, siempre es el momento.
Hablo de la Ley integral para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía, más conocida como Ley Integral de Transexualidad, que fue publicada en BOJA el 18 de julio de 2014.
Una ley que, como decía, sitúa a Andalucía a la vanguardia del mundo... incluso por delante de Argentina ya que, aunque nuestra Comunidad no tiene las competencias de un estado, sí legislamos sobre varios aspectos de la vida cotidiana: educación, sanidad, trabajo, atención social, medios de comunicación...
Una ley que se ha llevado guardada seis años en un cajón de la sede del PSOE y que gracias a Izquierda Unida se ha sacado adelante. Fue un compromiso del acuerdo programático con los socialistas y ya en 2012 nos pusimos a trabajar en su redacción. Nos pusimos a trabajar de la mano de los propios colectivos, queríamos una ley elaborada para y por las personas transexuales.
Abrimos las puertas del Parlamento para que entrara la voz de la calle, casi dos años de negociación con los colectivos y con el PSOE... un PSOE que se autodenomina adalid de la igualdad pero que no apostaba por la despatologización de la transexualidad (que los transexuales dejen de ser considerados enfermos) ni por el derecho a la autodeterminación del género (que cada persona decida libremente si es hombre o mujer). No defendía las líneas rojas del colectivo trans ni en la mesa de negociación, ni en otras comunidades autónomas como Madrid o Canarias donde ha presentado leyes que no avanzan en derechos sino que patologizan por ley a la transexualidad.
A pesar de eso, la Ley salió adelante... no sin la necesaria movilización: manifestaciones, concentraciones y hasta huelgas de hambre se sucedieron en pocos meses para presionar a un partido reacio a que el Parlamento legislara sobre el ejecutivo. Porque no sólo ha sido una ley elaborada por el propio colectivo, sino que ha sido una ley que surge del Parlamento y no desde el gobierno y sus consejerías.
Me atrevo a decir que Izquierda Unida es el voto útil para el colectivo LGTBI (lesbianas, gais, transexuales, bisexuales e intersexuales).
No sólo porque en Andalucía hayamos cumplido nuestra palabra y hayamos aprobado una ley demandada durante años; no sólo porque nuestro candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Maíllo, sea abiertamente homosexual y ejerza un papel de visibilización en la esfera pública tan necesario aún en pleno siglo XXI; no sólo porque nuestro programa electoral sea el más completo de los que se presentan a las elecciones; sino porque la historia y nuestro compromiso nos avala.
Quizás la mayoría de la gente no sabe que la homosexualidad dejó de ser un delito en nuestro país gracias al Partido Comunista de España, el grupo parlamentario comunista enmendó la propuesta del PSOE en 1979 para reformar la Ley de Peligrosidad Social: en la propuesta socialista no se solicitaba eliminar la homosexualidad como "peligrosidad social".
O que fue Izquierda Unida el primer partido en solicitar una ley estatal para garantizar derechos a las personas transexuales, ocho años antes de que Zapatero aprobase la Ley de Identidad de Género.
También fue el grupo parlamentario de IU el primero en llevar al Congreso una propuesta para modificar el Código Civil en materia de matrimonio y contemplar el matrimonio entre personas del mismo sexo, era el año 2002. O que cuando el PSOE aprobó el matrimonio igualitario en 2005, fue Izquierda Unida la que consiguió incluir el derecho a la adopción que la propuesta socialista no contemplaba.
Hemos sido también los primeros en pedir en Madrid una Ley integral contra la LGTBIfobia y los únicos que incluimos ese compromiso en el programa para el próximo 22 de marzo. Estamos comprometidos con la igualdad real, no sólo lo demostramos en las instituciones cumpliendo nuestra palabra sino que también estamos en la calle... porque las leyes no las consiguen los partidos sino la sociedad civil organizada y empoderada que marca el camino


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