domingo, 19 de septiembre de 2010

Las identitades trans no son una enfermedad

Manifiesto por la despatologización de las identidades trans

Un año más dando argumentos para defender nuestra libertad, buscando alternativas, construyendo puentes para dialogar. Sin embargo la terrible maquinaria médica y política sigue, la estigmatización de las personas trans continua. Como si considerar nuestra identidad de género como patológica nos ayudara en algo, como si realmente importara nuestra salud mental.

El trastorno de identidad de género no existe. Lo que sí existe es la transfobia.

Nos estudian, nos tocan, nos explican lo que nos pasa, nos hacen miles de pruebas para buscar la causa de nuestro terrible mal, nos analizan, nos pegan, nos violan. Nos tratan como a niños y nos matan como a perros. De día nos odian y de noche nos compran.

Pero no pueden con nosotrxs, seguimos aquí, rompiendo el silencio y resistiendo a la violencia, la de los golpes y la de las palabras, con rabia pero con pedagogía, tejiendo una red que nos mantenga a flote. ¡Seguimos aquí!

El discurso de la patologización se ha derrumbado, lo hemos derribado a base de denunciar estas terapias año tras año. Ya no hay excusas que valgan. Hay ideas que ya no pueden defenderse.

Activistas trans de todo el mundo, de diferentes continentes y ciudades, volvemos a salir a la calle para demandar la despatologización trans, bajo el lema “Las identidades trans no son una enfermedad”.

Denunciamos que aun hoy, en pleno siglo XXI, las identidades trans, transexuales, transgénero, travestis sigan presentes como “incongruencia de género” o “trastorno de travestismo” en el recién publicado borrador del DSM-5. Exigimos la descatalogación de los trastornos de identidad de género de los catálogos internacionales de enfermedades (DSM y CIE) y luchamos por el derecho a decidir con autonomía sobre nuestros propios cuerpos.

Recordamos que la despatologización no puede implicar en ningún caso que las personas trans pierdan sus derechos sanitarios. Exigimos una atención sanitaria trans-específica públicamente cubierta.

El derecho a la identidad de género y a la cobertura sanitaria pública de las personas trans son derechos humanos fundamentales y no deberían de ser excluyentes. Reivindicamos el derecho a un reconocimiento legal del nombre y género elegido sin necesidad de un diagnóstico y/o tratamiento médico, hormonal o quirúrgico. Nadie puede decidir sobre la identidad de género de otra persona.

Nuestras demandas son claras:
1. La retirada del TIG de los manuales internacionales de diagnóstico (sus próximas versiones DSM-V y CIE-11).
2. La abolición de los tratamientos de normalización binaria a personas intersex.
3. El libre acceso a los tratamientos hormonales y a las cirugías (sin tutela psiquiátrica).
4. La cobertura sanitaria pública del proceso de reasignación de género.
5. La lucha contra la transfobia: el trabajo para la formación educativa y la inserción social y laboral de las persones trans, así como la visibilización y denuncia de todo tipo de transfobia institucional o social.

A nivel estatal, exigimos al gobierno que asuma nuestras demandas, que cuente con la participación de los diferentes colectivos y activistas trans teniendo en cuenta su pluralidad y que deje de realizar extrañas maniobras cosméticas para salvar su imagen. El pasado mes de Junio la Ministra de Igualdad dijo públicamente que no se puede tolerar que se siga considerando a las personas trans como personas enfermas. Paradójicamente, el Gobierno no ha dado ningún paso para modificar la actual Ley 3/2007, conocida como Ley “de Identidad de Género”, que nos sigue patologizando.

Además, demandamos la retirada de la mención de sexo en los documentos oficiales públicos. Es un dato obsoleto, y su presencia no se justifica de ningún modo en un documento de identidad, además de ser un obstáculo en la vida cotidiana de muchas personas trans.

Por último, le pedimos al Gobierno que abandone su rol colonizador con el que tutoriza las políticas LGTB en América Latina. Desde los países occidentales, se siguen exportando los discursos médicos violentos y patologizantes, aumentando el riesgo de violencia transfóbica y poniendo en peligro identidades y expresiones de género diversas en diferentes partes del mundo.

Nuestros nombres, nuestros cuerpos, nuestras vidas son solo nuestros. ¡Seguiremos resistiendo!

Red por la Despatologización de las Identidades Trans del Estado Español
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