Cada 31 de marzo se celebra el
día internacional de la visibilidad transexual, aprovechamos esta fecha para
explicar algunos conceptos relacionados o no (falsamente relacionados) con la
transexualidad.
Sexo. El sexo biológico es
la suma de todos los elementos sexuados del organismo. En función de éstos se
nos dividen en machos y hembras. Los principales son: sexo gonadal (testículos
y ovarios), sexo cromosómico (XY y XX), sexo genital (pene y vagina) y sexo
hormonal (testosterona y estrógenos).
Género. Conjunto de contenidos socioculturales que se adscriben a
las características biológicas que diferencian a hombres y mujeres,
estableciendo comportamientos, actitudes y sentimientos masculinos y femeninos.
En nuestra sociedad, estos comportamientos se hallan jerarquizados de modo que
se da mayor valor a los que se identifican con lo masculino. De ahí que los
hombres afeminados o con “pluma” sean objeto de burla y rechazo. El género
varía según las épocas y las sociedades. Así, por ejemplo, usar falda se
considera algo exclusivamente femenino en España pero no en otros países. Es
además necesario remarcar que este concepto binario se basa en la única posible
existencia de dos géneros frente a una realidad que evidencia el surgimiento de
nuevos roles y géneros, e incluso cruces entre los ya existentes y
tradicionales.
Identidad de Género. La identidad de género es la identificación de
las personas con un determinado género (hombre/mujer/ambos/ninguno)
independientemente del género asignado al nacer. No siempre la identidad de
género de las personas se ajusta al sexo genital. La identidad de género es el
sentimiento psicológico de ser hombre o mujer, ambos o ninguno y la adhesión a
ciertas normas culturales relacionadas con el comportamiento femenino o
masculino. Supone el sentimiento de pertenencia a un género.
Transexual. Persona que nace con el sexo biológico de un género que
no le corresponde normativamente, es decir, desafía el sistema sexo/género. Por
ejemplo, una persona que nace con genitales y características físicas de varón,
pero que psicológicamente se siente correspondida con el género femenino, o a
la inversa. Es importante diferenciar la orientación sexual de la identidad de
género. En la actualidad, la transexualidad es considerada como una patología
bajo el nombre de “trastorno de identidad de género”. Este hecho hace que las
instituciones médicopsiquiatricas tengan el control sobre las identidades de
género y se aplique un ataque tránsfobo sobre quienes no se adecuan a las
normas sociales establecidas sobre la construcción sociocultural del género. El
derecho a decidir libremente si quieren o no modificar sus cuerpos y poder
llevarlo a cabo sin trabas burocráticas, políticas o económicas; la
despatologización; el derecho a cambiar su nombre y sexo en los documentos
oficiales, el derecho a la inserción laboral; el acceso a técnicas de reproducción
asistida por los transexuales que conserven sus órganos sexuales internos o que
hayan conservado sus gametos, o su simple visibilización social, son las
exigencias de los actuales movimientos LGTBI.
Consideramos transexual a
cualquier hombre o mujer independientemente de que haya recurrido o no a
hormonas y/o a cirugías e independientemente de la fase en la que se encuentre
dentro de ese proceso de adaptación de su cuerpo al género sentido. Se debe
utilizar el destino y no el origen para definir a la persona transexual, siendo
hombre transexual aquella persona que, habiendo nacido hembra y asignada como
mujer en el nacimiento, se siente hombre. Una mujer transexual sería aquella
persona que, habiendo nacido macho y asignado como hombre en el nacimiento, se
siente mujer.
Transformismo. Se refiere a la caracterización o disfraz mediante
el cual una persona ocasionalmente adopta los rasgos estéticos (maquillaje,
vestimenta, gestos, forma de hablar) que convencionalmente se asignan al sexo
contrario, para una performance o actuación teatral o escénica.